
En CENFI te acompañamos a lo largo de esta preciosa etapa, desde el momento en el que decidas que quieres ser mamá podemos empezar a preparar tu cuerpo para los cambios que se avecinan.
Durante el embarazo estaremos a tu lado para prevenir y tratar cualquier molestia que pueda aparece, las más habituales son: ciática, fascitis plantar, dolor dorsal o lumbar, retención de líquidos...
También te proponemos un trabajo activo para reforzar los músculos, esto te ayudará en el momento del parto y, además, podemos la recuperación será mejor.
Desde la semana 30 empezamos el masaje perineal, es una técnica que ayuda a flexibilizar los tejidos del suelo pélvico intentando prevenir posibles desgarros.
Nuestro equipo de matronas te ofrece talleres y consultas individuales para que llegues al parto sin miedos, dudas y con la tranquilidad de estar totalmente informada.
También te ofrecemos el servicio de psicología perinatal, si sufres ansiedad por el embarazo o el parto, dudas con la crianza, miedos a la nueva etapa. No te preocupes, todo esto es muy habitual y desde el equipo de psicología de Cenfi podemos ofrecerte ayuda y acompañamiento.
El postparto es una etapa muy intensa, llena de cambios y un torrente de emociones.
Desde CENFI seguimos contigo, valoramos y tratamos tu suelo pélvico y tu abdomen mediante ecografía. Tanto si ha sido un parto vaginal o una cesárea. Veremos cómo están las cicatrices y la musculatura abdominal para descartar una posible diástasis de rectos
Exploraremos tu suelo pélvico para prevenir incontinencias o dolores.


En ocasiones, por la posición del bebé en el útero materno o movimientos y tensiones en el momento del parto los bebés pueden pasar días o semanas irritados, podría tratarse de tensión en la musculatura del cuello o la espalda, algún problema digestivo cómo los cólicos o incluso problemas de lactancia.
En cenfi contamos con un equipo de fisioterapeutas expertos, matronas asesoras de lactancia y logopeda que pueden ayudarte a ti a tu bebé
Cicatrices
Las cesáreas y las episiotomías o los degarros son frecuentes. Son cicatrices que "olvidamos" porque enfocamos nuestra atención en nuestro bebé, sin embargo, tienen mucha importancia y hay que tratarlas.
